50 leyes del poder en El Padrino - reseña crítica

En "50 leyes del poder en El Padrino: De Maquiavelo a Coppola a través de Puzo", el autor nos sumerge en un viaje cautivador donde el dinero se convierte en un arma, y la política en el arte de saber cuándo apretar el gatillo, tal como lo expresa Don Luchessi en El Padrino III.

Este libro es una exploración profunda de los símbolos, rituales y significados que subyacen en la trama de El Padrino. Desde Umberto Eco y "El nombre de la rosa", no habíamos presenciado una obra que nos permitiera entender de manera tan sutil la conexión entre una obra cinematográfica y la vida misma. ¿Vamos?

Decisiones y negociaciones 

Ley n.º 1: Todas las situaciones, condiciones y vicisitudes pueden ser una oportunidad y, por ello, cada circunstancia y lugar debe ser estudiado en detalle. La ley primera nos revela un primer eslabón de la profundidad de comprensión de El Padrino. Partimos con una ley compleja, con un discurso implícito sobre el concepto de oportunidad.

Todo escenario es en sí mismo una oportunidad. Un espacio, un locus, un lugar no es un conjunto de coordenadas ni se limita a la superficie en la que acontece algo. 

Ley n.º 2: La pasión es enemiga del poder. La conducta pasional, destemplada, y el temperamento biliosol, son lastres para el proceso de acumulación de poder. La pasión es el desborde, carece de estrategia y táctica, es una explosión incontrolada. Cada una de esas formas de despliegue destruye la racionalidad de la conducta, construye además ripios y fricciones en las relaciones sociales, elimina la diplomacia.

Ley n.º 3: Todas las misiones que han merecido tal carácter son igualmente relevantes. La mayor parte de las personas valora sus misiones personales a partir de un orden transitivo. Suena muy razonable, pero Vito Corleone considera que esta no es la manera de organizar los procesos que permiten llevar a cabo un conjunto de misiones asociadas a un objetivo estratégico. Lo que se debe hacer es definir, de entre todas las posibilidades y requerimientos, cuáles califican para ser parte de las misiones a cumplir y cuáles no. 

Ley n.º 4: Las decisiones relevantes sólo se discuten con quienes toman parte en la decisión. Es necesario comprender el importantísimo significado que tiene cada toma de decisiones cuando está en juego alguna clase de acumulación de poder, incluso la que parece más banal.

Ley Nº 5: Elige la eficacia sobre la eficiencia. Argumenta a favor de la eficacia, destacando que, si bien la eficiencia es importante, la verdadera potencia reside en la capacidad de lograr resultados efectivos y significativos. Especialmente en misiones importantes que implican cambios cualitativos, priorizar la eficacia sobre la eficiencia es crucial para alcanzar el éxito real y duradero.

Ley n.º 6: No toda acción debe responder a una estrategia, pero toda acción debe ser coherente con la estrategia. Vito Corleone desea comprar una propiedad en Long Island y salir del Bronx. El mundo se ha vuelto inseguro y la propiedad que está analizando es, además de cómoda y bastante grande, indudablemente más segura que estar en la ciudad. 

El Padrino llega rápidamente a una convicción: estará muy bien comprar la propiedad de Long Island; pero espera para ejecutar la compra al momento indicado.

Ley n.º 7: Si un estúpido controla un imperio, tú puedes tomar ese imperio. A menos que seas más estúpido. Un líder incompetente refleja la calidad de su entorno y ofrece una oportunidad para aquellos que lo superan en habilidad.

Ley n.º 8: Un gran táctico puede ser un pésimo estratega. Sonny Corleone ilustra la diferencia entre táctica y estrategia al asumir el liderazgo familiar. A diferencia de su padre, Sonny se enfoca en la fuerza militar sin considerar las implicaciones estratégicas más amplias, sembrando caos y enemistades. 

Ley n.º 9: En una negociación nadie debe salir humillado. Cerrar un acuerdo puede llevar a la parte ganadora a buscar más ventajas, lo que puede generar resentimiento en la parte perdedora. 

Ley n.º 10: Piensa como tus enemigos. Se ilustra magistralmente cuando Vito Corleone, anticipando su muerte, revela a su hijo Michael la identidad del verdadero enemigo detrás del negocio de Sollozzo: Emilio Barzini. Reconociendo la debilidad de su familia y la vulnerabilidad de Michael como nuevo líder, Vito comprende que Barzini buscará eliminarlo.

La profecía de Vito se cumple, y Michael, manteniendo la dignidad, desencadena una matanza que asegura la supervivencia de la familia Corleone y su propio liderazgo.

Estrategias

Ley n.º 11: Y que nadie sepa lo que estás pensando. Durante la reunión entre Vito Corleone y Sollozzo, el error se produce cuando Sonny interrumpe para preguntar sobre detalles irrelevantes de la oferta. Esta imprudencia revela a Sollozzo las divisiones internas en la familia Corleone, dando ventaja al enemigo. Es común en negociaciones, donde una pregunta aparentemente inocente puede comprometer una posición.

Ley n.º 12: Desconfía de los mediadores, suelen tener un bando. Todos sabemos que no existe la gente neutra. 

Ley n.º 13: No hay nada, nunca, que sea más importante que la razón. Es la ley que ofrece ese tono de prudencia y moralidad que hace de Vito Corleone un referente de sabiduría.

Ley n.º 14: Nunca sabemos si el enemigo explícito es el enemigo último. En El Padrino I, la guerra se declara con la figura de Virgil Sollozzo como el agente fundamental de la confrontación, pero protagonismo formal, no era el principal actor en la escena. 

Ley n.º 15: Los recursos deben ser usados en proporcionalidad a su relevancia. El uso permanente de un mismo recurso es un error, ya que el uso reiterado desgasta su eficacia. Por supuesto, no utilizar un recurso en el que se tiene una fortaleza es aún peor.

Ley n.º 16: Que tus actos sean predecibles en tiempos de paz e impredecibles en tiempos de guerra. Un elemento sobrevalorado es el famosísimo factor sorpresa. Muchos piensan que se puede ganar todo gracias a una jugada escondida que se muestra a última hora para descolocar a la contraparte. 

Ley n.º 17: El culpable debe ser del tamaño del problema. Si no lo es, entonces no lo has encontrado. Está asociada a la ley que señala que el enemigo explícito no es necesariamente el enemigo último, aunque ambas situaciones pueden darse por separado.

Ley n.º 18: Cualquier característica personal puede ser susceptible de convertirse en un recurso para acumular más poder. Por supuesto, es valioso ser fuerte, inteligente, políglota, conducir bien un automóvil o saber primeros auxilios. Pero también puede ser valioso ser estúpido, por ejemplo. 

Ley n.º 19: Cuando un accidente se repite, es mejor ser supersticioso. Los accidentes son por definición improbables. La reiteración de un accidente debe llamar la atención de quienes son víctimas de sus efectos. Como dice Michael Corleone citando a su padre, “a las personas que consideran los accidentes como insultos personales, no les ocurren accidentes”. 

Ley n.º 20: La prudencia es la mayor virtud del gobernante. Vito Corleone reconoce los límites del mismo y comprende que su ejercicio debe ser cuidadoso y mesurado. Esta prudencia es una de las virtudes más importantes de un verdadero líder.

Vicios y virtudes del poder

Ley n.º 21: La arrogancia es el mayor pecado del que administra el poder. Vito Corleone no conoce la arrogancia, es un hombre de talento. No acepta los dictados de la sociedad porque no quiere vivir bajo los términos impuestos por otros. Y como no le gustan esos límites, quiere pulverizarlos. Para ello se requiere tener arrojo y carácter, no arrogancia. 

Ley n.º 22: Hay cosas que simplemente se hacen y luego se olvidan. Las cosas ominosas e importantes a la vez nunca se cuentan.

Ley n.º 23: Mucha de la información que recibes son mitos. Tener información propia es esencial. El error de interpretación puede costar caro. Todos los logros de Vito Corleone se basaron en esta capacidad para distinguir lo que dice la gente, lo que se asume como cierto y lo que es realmente cierto.

Ley n.º 24: En momentos difíciles, gana tiempo. Cuando las cosas están difíciles, lo mejor es intentar llegar a un acuerdo que permita redibujar el futuro en las acciones por venir. 

Ley n.º 25: Todo grupo que aspira a acumular poder debe estructurarse con un carácter monolítico. Un aspecto muy difícil de la administración del poder es la gestión del propio grupo. El poder se ancla en una red. Y esa red debe ser tan dura como una roca.

Ley n.º 26: Es imperativo cuidar del propio mundo. Si no puedes proteger de la desventura a tu familia, si no logras dar felicidad y apoyo a tus amigos, si no eres capaz de vertebrar poder en tu barrio, entonces no sabes cuidar tu propio mundo.

Ley n.º 27: El respeto no es la mejor arma, pero es el mejor escudo. Vito Corleone quedó con su imperio en ruinas luego del atentado que casi le costó la vida. En ese momento, aunque su poder se reducía minuto a minuto, ninguno de sus jefes de regimiento lo traicionó. Ni siquiera pensaron en hacerlo. 

Ley n.º 28: La permisividad es una fuente de grandes problemas. La naturaleza y el alcance del poder exigen conductas específicas a quienes han tenido la posibilidad, por azar o mérito, de ejercerlo. 

Ley n.º 29: Quien perdona una traición, siempre estará en peligro. El traidor siempre vuelve al lugar del crimen, pero no por rito o angustia, sino simplemente para traicionar de nuevo. 

Ley n.º 30: Nunca aceptes una humillación, salvo que tengas posición dominante. Es todavía peor que ser permisivo. Y lo es pues supone aceptar el daño al honor. Y este, aunque intangible, es un bien fundamental. 

El poder es más grande

Ley n.º 31: Nadie es inmune a la transformación del poder y si eres inmune, sencillamente morirás. 

Ley n.º 32: Todo hombre tiene su destino.

Ley n.º 33: El crecimiento de tu poder no se ha consolidado si la sociedad no se ha enterado. Pero no se pueden enterar por ti. Es cierto que hay muchas mejoras en la acumulación de poder que son visibles de inmediato. Pero hay muchas modificaciones de poder que son inestables y grises.

Ley n.º 34: Nada es personal en el juego de los intereses. Pero al observar el panorama comprenderás que todo es personal. Siempre debemos distanciarnos en la evaluación de cada oferta, de cada posible acuerdo. Debemos medir con frialdad las variables de un momento, lo cual no implica renunciar a los motivos y causas más profundas del alma. 

Ley n.º 35: No se debe resentir el darwinismo radical del poder. El poder elige a aquellos que están más adaptados a su entorno. No elige a los mejores en el sentido de la capacidad intelectual o moral, eso es evidente. Elige a los mejores para vivir en el poder. Burdos y penosos seres pueden cumplir este requerimiento, mientras que los más refinados sujetos pueden ser inadaptados a esta exigencia.

Ley n.º 36: Hay hombres para tiempos de paz y hombres para tiempos de guerra. Y hay estructuras organizacionales que son también distintas. Michael Corleone remueve de su cargo de consigliere a Tom Hagen porque se acerca una época de guerra y piensa que Hagen no va a servir para tiempos bélicos. Tom es un abogado al fin y al cabo. No nació en medio de la mafia italiana, es un irlandés.

Ley n.º 37: No se debe abusar de los recursos. “Las armas son herramientas de mala suerte”, decía hace 2500 años Sun Tzu. El filósofo chino trata de expresar que la dinámica que acompaña al uso de las armas produce un escenario volátil, riesgoso y excesivamente influido por la presencia de esos objetos destinados al ataque. 

Ley n.º 38: Cultiva el secreto y el poder crecerá estable. Una de las razones por las cuales vivimos en una época donde el poder está cuestionado es porque el secreto ya no existe. 

Ley n.º 39: Nunca se debe ostentar una negación y menos decir simplemente “no” a quienes se aprecia. Decir “no” a alguien suele ser ofensivo. Vito Corleone entiende que no es conveniente dar una negativa cerrada. Pero al mismo tiempo sabe que, en muchas ocasiones, necesita que quede claro que la respuesta es “no”.

Ley n.º 40: Un escenario de aparente debilidad puede convertirse en un problema real.  

Principios de la familia Corleone

Ley n.º 41: Desconfía de las situaciones extrañas. No significa que debemos retirarnos de la situación ante un escenario extraño, sino que al momento de definir una situación, debemos ser exagerados con todos los elementos que puedan ser extraños.

Ley n.º 42: Las historias verosímiles son un poder relevante. La credulidad de un ser humano no tiene límites. Somos más crédulos y más incrédulos que cualquier animal, todo a la vez. Por eso, una buena historia que contar es algo valioso.

Ley n.º 43: El ejercicio del poder debe desplegarse con la mayor sutileza posible. En el régimen habitual de los tiempos, el poder se debe ejercer con la mayor delicadeza posible. El poder es eficacia, es una acción capaz de modificar el curso de los hechos y también de conservar un escenario. El poder es una fuerza. Pero si es visible, el poder se torna riesgoso, inorgánico y potencialmente disruptivo.

Ley n.º 44: Todos los recursos son armas. El terreno que pisas, lo que sabes, lo que tienes en dinero, el colegio al que fuiste de niño, lo que tienes en poder, el prestigio, cualquier cosa puede ser un arma importante para tus fines. 

Ley n.º 45: Hasta lo ilegítimo debe ser institucional. Vito Corleone detestaba que sus hijos llevaran una vida disipada. Consideraba que la conducta de alguien respecto a su(s) pareja(s) suponía un ámbito problemático en la gestión de la familia, entendida esta como el espacio de la sociedad desde donde se expanden la voluntad y la razón. 

Ley n.º 46: El caos es el poder del lumpen. La caída de las estructuras institucionales y, en mayor medida, la disrupción de un orden social generan cambios sustantivos en la forma de operación de los flujos de poder y su distribución. El incremento del caos produce un efecto distributivo del poder, pero es inestable y en tanto tal, la distribución es socialmente inútil, pues otorga bienes valiosos por un tiempo breve a distintos actores, que luchan incansablemente para sostener esos beneficios en medio de una imposibilidad radical de conseguir dicho objetivo. La disputa en busca de la estabilidad imposible solo incrementa el caos. 

Ley n.º 47: Los favores articulan poder. Marcel Mauss, uno de los más grandes antropólogos de la historia, decía que la sociedad comienza cuando alguien devuelve lo que le dieron, es decir, que la conducta social se configura en un proceso de intercambio, donde luego del dar y recibir aparece la devolución. Cuando un acto de generosidad es devuelto, se construye la sociedad.

Ley n.º 48: La posición es más importante que las piezas. Vito Corleone tiene el diseño militar más sobrio de todos los mafiosos de Nueva York. Es el que tiene menos soldados en cada regimiento y es el que tiene menos regimientos. Pero Vito Corleone tiene un senador, algunos jueces y varios periodistas. Cada uno de esos actores le abre un mundo. Prefiere tener una estructura bien armada aunque pequeña, que un gran despliegue en el desorden.

Ley n.º 49: Abogados, abogados, abogados. Uno de los más importantes descubrimientos de Vito Corleone en su vida es que los abogados son una especie zoológica diferente y tienen un derecho que los humanos en general no tenemos: gracias a su saber, pueden robar sin que sea delito. Vito lo descubre cuando Enzo, el yerno de Nazorine (el panadero), es estafado por un empresario bastante exitoso, cuya compañía de muebles se va a la quiebra y por ello tiene el derecho de no entregar los muebles a Enzo y su esposa.

Ley n.º 50: No hay poder en la mentira. Para Vito Corleone, la enunciación de la verdad es un asunto a evaluar. Es menester aclarar que en términos de comprender el escenario, la verdad es vital, pero decir la verdad no es algo que deba hacerse, o al menos es improbable que se requiera hacerlo con frecuencia. ¿Significa que una herramienta valiosa es la mentira? No. En ciertas ocasiones, una buena historia ficticia puede cumplir un rol, mientras que la mentira, por lo general, es un recurso muy poco útil. Y es que una mentira carece del carácter de ‘obra’ de la ficción creada para ser dramatizada en la vida social. 

La mentira es solo ocultamiento de una verdad, es simplemente cambiar una palabra por otra. La construcción de una ficción es la creación de un mundo, de un nuevo repertorio para interpretar la realidad.

Notas finales

Hay que saber que la lealtad del pueblo y las personas es tan frágil o tan intensa como es la categoría del líder. Largo debate el que aquí expongo. Cuando Maquiavelo escribió El Príncipe, el libro no tenía dicho nombre, era un texto sobre el liderazgo. Corría la segunda década del siglo XVI. Dos décadas después se publicaría con el nuevo título. 

Entre medio, Maquiavelo vivió una historia interesante, desde la cárcel hasta algunas dignidades. Pero en ese proceso comprendió algo clave: su libro debía servir al poder, pues de lo contrario no existiría. Si su libro se leía como la divulgación de un poder ciudadano, nunca se lo perdonarían los poderosos. 

Maquiavelo explica en muchas ocasiones que el amor del pueblo es irrelevante, que entre ser amado y ser temido es preferible lo segundo, pues ello depende de quien detenta el poder, mientras el amor depende de quien ama.

Hay quienes dicen que los pueblos se merecen los gobernantes que tienen, Maquiavelo dirá (además) lo contrario: los gobernantes tienen los pueblos que se merecen. El líder siempre es el responsable. No hay pueblo demasiado cruel o demasiado blando, no hay pueblo confiable o voluble, lo que hay es un líder capaz o incapaz.

Consejo de 12min

“Los 11 poderes del líder”, de Jorge Valdano. Describe 11 factores que todo líder debe tener en cuenta a la hora de ponerse al frente de un equipo. Aborda cuestiones como la motivación, la pasión, el estilo, la credibilidad y el talento, describiendo el rol e importancia de cada una.